La Contabilidad de Gestión como Instrumento de Control y Toma de Decisiones

La Contabilidad de gestión como Instrumento de control y Toma de Decisiones para mejorar la competitividad y asegurar la supervivencia.

La gerencia de la empresa tiene expectativas sobre lo que los empleados deben lograr, pero los empleados a menudo no cumplen con las expectativas de la gerencia.

Si los empleados alcanzaran siempre los objetivos establecidos por la Dirección, no sería necesario el control, la empresa sería un ejemplo de perfecto modelo de gestión y organización. Pero la realidad es que no siempre se cumplen los objetivos, la perfección no existe.

Por ello, son necesarios instrumentos que permitan detectar las posibles divergencias entre los logros de los empleados con los objetivos deseados por la Dirección.

Quizás se esté preguntando que si su empresa no trabaja con objetivos, entonces no es necesario ningún mecanismo de control.

Pero la realidad es que es imposible que cualquier empresa o empresario individual no tenga un solo objetivo, una empresa siempre tiene una misión, su existencia se basa en la consecución de algo, aunque su empresa no tenga objetivos cuantificados y medidos, inconscientemente tu mente ha internalizado lo que quieres lograr.

Puede que tengas en mente una cantidad de ventas, el salario que quieres ganar, los beneficios que quieres conseguir o simplemente una imagen idealizada de cómo te gustaría que fuera tu empresa en unos años. Quizás lo estés comparando con una empresa de tu sector o si eres un soñador y un visionario, quizás te estés comparando con algunas de las empresas líderes y de mayor crecimiento en los últimos años.

El simple hecho de iniciar una actividad empresarial significa que tienes algún objetivo en mente, aunque sea pequeño, pero lo maravilloso es que la actividad en sí genera información que instintivamente comienzas a agrupar, sintetizar y comparar.

Empiezas a medir facturación, gastos, impuestos a pagar, caja disponible, inversiones a realizar… Llevas un control del número de nuevos clientes , el número de contratos, acciones realizadas por la competencia…

Aunque no lo tengas reproducido en un documento o no lo tengas cuantificado, tu mente empieza a comparar estas medidas con los objetivos que tenías o las expectativas que te habías fijado. Y tu mente analítica te dice si lo estás haciendo bien, regular o mal, tu mente te envía señales de lo que debes cambiar para mejorar los resultados y alcanzar las expectativas… Una vez que alcanzas esas metas inconscientes, tu mente te pide más y más y más. … Si has llegado hasta aquí, seguro que puedes conseguir un poco más. Por lo que los objetivos o expectativas se vuelven más exigentes.

Es muy humano proponerse nuevos desafíos y establecer nuevas metas. Un claro ejemplo es el que se aplica en las actividades deportivas, cuando uno comienza una actividad deportiva sus expectativas son muy bajas, pero cuando ha practicado y alcanzado los objetivos iniciales, rápidamente las cambia por otras más exigentes. Es muy raro que alguien que practica running no intente superarse en cada entrenamiento o intente mejorar tiempos para llegar al límite que se ha establecido, pero cuando se llega a ese límite se marca uno más alto.

Es por eso que quienes lo practican de manera regular y constante terminan con metas muy por encima de las que tenían cuando comenzaron.

Lo mismo sucede con las empresas. Es raro encontrar una empresa que tenga objetivos más bajos que el año anterior. Y más cuando estamos en un entorno de mercado extremadamente competitivo y agresivo, un mercado en el que si no comes, te comen.

Hay empresas que tienen verdaderamente claro lo que quieren conseguir y cómo lo van a conseguir… estas empresas son cohetes. Están aplastando empresas.

Pero no solo basta con desear algo, hay que controlar que el deseo se cumpla. Y aquí es donde entra en juego el papel de la Contabilidad de Gestión o control de Gestión y financiero .

¿Qué papel tiene la Contabilidad de Gestión en la toma de decisiones?

La toma de decisiones generalmente se realiza en base a criterios cuantificables.

Por ejemplo, no decides vender más y ya está, lo que haces es decidir vender un 20% más, bajando un 5% los precios, aumentando un 10% la fuerza de ventas, mejorando la apreciación que el consumidor tiene del producto en 25%, invirtiendo 200.000 euros al año en campañas publicitarias…

Como se puede observar, toda decisión estratégica en la empresa va acompañada de una reacción en cadena de decisiones operativas, ya que una decisión es una acción meditada para cumplir un objetivo. Los objetivos estratégicos por sí solos no se logran, se relacionan con los operativos, formando una red global con implicaciones en todas las direcciones. Es como encajar las piezas de un cubo de Rubik hasta que todas las caras sean del mismo color.

Por tanto, para tomar una decisión que te acerque al objetivo deseado, se deben cuantificar todas las variables involucradas, y esto incluye también los objetivos operativos.

Hoy en día sigue existiendo en muchas empresas la figura del Director “Orchestra Man”, aquel que está por encima de todo y hace todo, pero la descentralización de la toma de decisiones es cada vez más frecuente, incluso en las pequeñas empresas, en estas casos la Dirección no dispone de la información necesaria para realizar directamente las operaciones, pero sí de instrumentos que le permitan controlar los objetivos delegados a los distintos centros o áreas de la empresa.

¿Qué papel juega la Contabilidad de Gestión como instrumento de Control?

En las empresas que delegan objetivos y responsabilidades en los distintos centros, están asumiendo parte del papel que desempeñaría la Dirección.

Por ello, es fundamental coordinar los objetivos delegados a los diferentes centros para que estén alineados con los de la Dirección.

Existen 2 tipos de control para que la delegación de objetivos y decisiones funcione correctamente:

El control que se realiza “a priori”, es un proceso de planificación a través del cual se establecen los objetivos asignados a cada centro o departamento. En este tipo de control se utilizan herramientas como el Control Económico Presupuestario, el presupuesto de tesorería, el Cuadro de Mando Integral y el presupuesto de costes.

Y el control que se realiza “a posteriori”, que evalúa el cumplimiento de los objetivos delegados. También se utilizan las herramientas antes mencionadas, pero con información real.

Una de las herramientas más populares para el control de los objetivos económicos son los sistemas de Control Presupuestario.

Además, al poder gestionar el objetivo de rentabilidad global de la empresa, también puede llevar un control departamental o por unidades de negocio.

Pero el Control Presupuestario no solo es una herramienta que permite el control de objetivos y evaluaciones con el análisis de desviaciones, utilizándolo correctamente a través de la técnica de las previsiones anuales, facilita a la empresa el tiempo suficiente para tomar decisiones y ejecutar acciones que permitan para lograr los objetivos formalizados.

El Control de Gestión no sólo se centra en el control de las variables económicas que mejoran la rentabilidad global de la empresa. También se centra en aquellas variables no económicas que evalúan la eficacia y eficiencia de un centro o departamento.

Puede ser el caso de un centro poco rentable gestionado de manera eficiente o de un centro muy rentable mal gestionado. Esto puede dar lugar a muchas interpretaciones a la hora de tener que tomar decisiones que afecten a los intereses globales de la empresa.

¿Son determinantes la estrategia y la cultura organizacional de la empresa a la hora de diseñar un sistema de Contabilidad de Gestión?

Por ejemplo, una estrategia encaminada a una política de precios más bajos que la competencia para conseguir un mayor volumen de ventas requerirá una mayor importancia del control de costes, mientras que una estrategia de diferenciación de calidad, servicio o tecnología requerirá el control de aspectos más cualitativos. .

La estructura de la empresa será importante a la hora de organizar la configuración del sistema de Control de Gestión, tales como productos, mercados, áreas de negocio, centros de coste, centros de beneficio, centros de inversión….

El diseño, implementación y uso de la Contabilidad de Gestión está influenciado tanto por las personas que forman parte de la organización como por la propia cultura organizacional y el entorno empresarial.

En los últimos años para hacer frente a los cambios del entorno, se ha vuelto imprescindible que las empresas adapten sus sistemas de gestión a las nuevas condiciones. Continuas innovaciones en tecnología de productos, procesos y materiales, continuos cambios en el marco legislativo, cambios en los hábitos de consumo…

Estos cambios hacen que las empresas se muevan en entornos cada vez más dinámicos. El incremento de las actuaciones de la competencia que afectan a los productos y mercados en los que opera la empresa y que amenazan el mantenimiento de su posición competitiva implican un entorno cada vez más hostil.

El mayor número de productos en el mercado y los recursos productivos en los que operan las empresas implican una mayor complejidad en la gestión.

A medida que el entorno se ha vuelto más dinámico y hostil, la gestión empresarial se ha vuelto más compleja, por lo que las empresas han tenido que adoptar un estilo de gestión más profesional y formalizado para mantener la competitividad y asegurar la supervivencia de la empresa.

Así que ahora ya conoce un poco más cómo la Contabilidad de Gestión puede ayudar a su empresa .

Si aún no cuentas con herramientas para controlar la gestión de tu empresa, contáctame.

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